sábado, 11 de febrero de 2012

¡No Grites! (Parte 1)

- ¡No grites! - le suplico a Marisol, tapándole la boca. Ella enseguida se la retiro.
- No grito. Dime ya que pasa. ¿Qué hacemos aquí? Tú dijiste que...
- Sé lo que dije, pero aún así no es seguro aquí, él aún nos sigue y nos puede oír desde lejos, sé que te dije que ya no venía atrás, que podías desahogarte, hasta que vi una sombra que seguro no es de ninguno de los dos. Yo te protegeré. Si él nos alcanza...
- No lo hará, lo hemos golpeado bastante César. Estaba sangrando mucho.
Estaban solos en aquella casa abandonada, entre el bosque. Esa casa era de los padres de Cesar. La dejaron de visitar cuando murió su madre. Estaba llena de polvo pero intacta. Ellos se encontraban en la habitación de arriba, sin luz.
Alguien empezó a abrir la puerta.
- Cesar, nos ha encontrado, saca el cuchillo.- le susurro al oído con su voz llena de miedo.
- Ya lo saqué. Quédate en aquel rincón, te verá e irá hacia a ti, yo lo acuchillare por atrás.
- Sólo hazlo rápido. - y le dio un beso en su boca, sintiendo que tal vez sea el único que le de sin que el este herido o... muerto.
- Chicos idiotas, sé que están dentro de esta habitación. Esto les pasa por ver lo que no deberían ¡imbesiles!
Abrió la puerta y César ya lo estaba golpeando y le dio la primera apuñalada con el cuchillo cuando Marisol empezó a levantarse y un destello de sus manos comenzó a brotar...

2 comentarios:

  1. Lo dejaste así? ¡Cómo es posible! Deberías pronto continuarla!

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    1. La continuaré, por la noche del lunes la sigo, es cuando me entra el miedo y lo escribo.

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